
«La gente nos regaló agua, frutas e incluso nos ofrecían plata», expresó un héroe. Todo lo contrario al recibimiento que les dio su pueblo.
Imposible entender las prioridades de la gente. Llegaron los brigadistas salteños que fueron enviados a Corrientes a sofocar el terrible incendio. Lejos de ser recibidos como héroes, solamente los familiares fueron a aplaudirlos.
La imagen de un abrazo fundido entre un joven rescatista y su madre expresa todo. En la localidad de Gral. Pizarro nadie salió a recibir como debe ser a sus héroes Edgar Rojas y Franco Sosa.
Edgar ni bien bajó del autobomba corrió abrazar a su madre y el resto de los familiares.
Que Pasa Salta
Facebook
Twitter
Instagram
YouTube
RSS